Soñando con aquellos que se supone que ya se han ido de este mundo, que han cruzado la puerta del más allá. Yo creía que no había o existía lo que muchos decían, hay unos que se quedan en la tierra porque no encuentran su puerta.
Los escucho, los veo, no me dejan tranquila.
Los insulto, los agredo como decía mi madre cuando me encontraba llorando. Les rezo para aliviarlos del peso de su cruz, se me burlan, se me ríen y me siguen molestando.
Ya no se que hacer. No me dejan tranquila, no me dejan dormir.